Cómo financiar una franquicia: ¿Cuánto dinero necesito y dónde acudo a conseguirlo?

Con independencia de los otros artículos en los que ya hemos marcado las pautas bajo las que crear un plan de inversión y un plan de explotación realista, en este vamos a abordar la cómo financiar una franquicia, la obtención de los fondos necesarios para poder acometer la implantación de este.

En primer lugar, debemos decir que la financiación no tiene por qué estar relacionada con la carencia de recursos financieros. En ocasiones, dadas las condiciones de acceso a la misma, resulta más rentable financiarse que utilizar los fondos propios. Si bien es cierto que en la mayoría de los casos en los que se utiliza dicha financiación es porque no se dispone de los recursos necesarios para acometer la inversión inicial.

Realizada esta salvedad, resulta oportuno proporcionar una serie de pautas al respecto de este tema, fundamental a la hora de implantar nuestro negocio en franquicia y las distintas fórmulas a través de las cuales se suele materializar.

Identificar las necesidades reales de inversión a la hora de saber cómo financiar una franquicia

En primer lugar, en los capítulos anteriores hemos esbozado las líneas maestras a seguir para determinar las necesidades económicas que requiere poner en marcha un negocio. Este es sin duda el punto de partida para determinar cómo se afronta el proyecto.

En su momento hemos señalado, como uno de los pilares para identificar la franquicia que mejor se adapta a nuestro perfil, la “p” de patrimonial. Es decir, los recursos de los que dispongo y su encaje con las diferentes ofertas disponibles. Es necesario aclarar que, cuando hablamos de recursos disponibles, nos referimos al efectivo, no a otro tipo de activos que pueden ser materializables a corto, medio o largo plazo. De nada nos valen si no son líquidos, aunque, eso sí, estos activos nos pueden ayudar a conseguir la financiación.

Una vez sabemos, fruto de los escenarios que hemos preparado, las necesidades de fondos para poner en marcha el negocio y mantenerlo activo, y conocemos los recursos con los que contamos, estamos en condiciones de determinar la financiación que requerimos. Pero esta financiación puede materializarse a través de distintas fórmulas que se pueden ajustar mejor a los diferentes activos que forman parte del plan de inversión.

En aquellos negocios de franquicia consolidados, la obtención de la financiación es mucho más sencilla, dado que ya se conocen las bondades del modelo de negocio.

Fórmulas sobre cómo financiar una franquicia

Veamos algunas de ellas, sus características, así como los activos en los que mejor encajan.

• Préstamo personal: Se trata del recurso más habitual de los emprendedores. Las entidades financieras, como es lógico, buscan las garantías oportunas que respalden las cantidades prestadas. En este sentido, la franquicia cuenta con una ventaja. La mayoría de las redes disponen de acuerdos formalizados con diferentes bancos, que ya conocen sus modelos de negocio y que disponen de experiencias previas. No obstante, las garantías son requeridas en casi todas las ocasiones. Este hecho supone que se pueda ir de la mano del franquiciador a solicitar la financiación, como es lógico, contando con porcentaje de los recursos disponible, y con las herramientas adecuadas para hacerlo en las mejores condiciones, como es un plan de negocio sólido y perfectamente construido.
• Préstamo hipotecario: No es muy habitual utilizar esta fórmula de financiación para montar una franquicia. Únicamente se da cuando el franquiciado, además quiere llevar a cabo una inversión inmobiliaria, paralela a la del montaje del negocio. En este sentido, el hecho de que este local vaya a ser la sede de un negocio en franquicia, proporciona pocas o nulas ventajas para la obtención de la financiación.
• Leasing: En muchísimos negocios de franquicia, es necesaria la adquisición de maquinaria y equipamiento técnico para el desarrollo de la actividad. Tal es el caso de las tintorerías y los restaurantes, por ejemplo. En estos casos, es el propio proveedor de dichos equipamientos el que dispone de este tipo de productos financieros para facilitar la adquisición de estos activos. Aunque los acuerdos pueden venir por vía del franquiciador, suele ser el proveedor el que los formaliza. El resultado es que el franquiciado acaba pagando una cuota por el arrendamiento financiero de esos bienes hasta que el último plazo adquiera la propiedad de estos. Los plazos y cantidades son establecidos, de tal manera, que esas cuotas permitan al franquiciado obtener rentabilidad con su negocio. En cualquier caso y como hemos reiterado, es algo que necesita ser comprobado por el franquiciador tras sus propios análisis.
• Renting: Se trata de dos conceptos que tienden a confundirse dado que ambos se basan en el alquiler a una empresa. La diferencia está en la finalidad del servicio. Así, en el contrato de renting no figura opción de compra al final del período de alquiler (aunque, si el cliente lo desea, puede optar por pagar el valor residual y quedarse con el bien). Mientras que el leasing siempre va encaminado a la posesión final del vehículo por parte de la empresa cliente. El renting se utiliza con los vehículos, furgonetas y otro tipo de elementos de transporte que vaya a ser utilizados en el negocio franquiciado por ejemplos los coches de los comerciales o las furgonetas de reparto de un supermercado.
• Pólizas de crédito: Es el instrumento utilizado por el franquiciado para cubrir los desfases de tesorería de su negocio. El franquiciador suele establecer las recomendaciones al respecto, pero las necesidades definitivas se calibran una vez hecho el análisis que describíamos en el capítulo anterior. Estos desfases de tesorería pueden ser de dos tipos. Iniciales, hasta que el negocio entra en fase de madurez, y entonces desaparecen. O cíclicos, en los que la estructura del negocio hace que se produzcan en determinadas épocas. Es en el segundo de los casos en el que se hace necesario contar con esta herramienta de financiación de manera permanente.
• Avales: Muchos negocios de franquicia exigen avales a los franquiciados, cuya misión principal es garantizar los pagos que deben ser realizados al franquiciador, y en algún caso a los proveedores distintos del franquiciador. Es muy habitual en las franquicias de moda, donde se opera con la fórmula del depósito. O incluso con la compra en firme si el franquiciador dilata el pago a períodos 30, 60 o 90 días. También es habitual en otras actividades donde se produce la misma situación comentada de pago. El franquiciador establece cual es el riesgo comercial máximo que va a asumir con la fórmula de pago que ha concedido al franquiciado y se garantiza el pago de esta mediante este instrumento.

Por lo tanto, no todas las fórmulas de pago que dan comodidad al franquiciado son lo idílicas que parecen a priori. La consecución de un aval, además de requerir una situación financiera fiable, tiene un coste. Estos avales requieren ser renovados anualmente durante toda la duración del contrato de franquicia. El incumplimiento de dicha renovación suele acarrear la resolución del contrato de franquicia.

Por supuesto, existen más formas de financiación dentro de la franquicia, nosotros hemos tratado de reflejar las más comunes. A continuación, os detallamos cómo de habituales son estas fórmulas de financiación comentadas en las relaciones de franquicia:

• Préstamo personal: Muy habitual
• Póliza de crédito: Medianamente habitual
• Leasing: Poco habitual
• Aval: Medianamente habitual
• Renting: Poco habitual
• Préstamo hipotecario: Muy poco habitual

Clasificación de estas fórmulas de financiación en función del tiempo

Al inicio de la relación:

• Préstamo personal
• Póliza de crédito
• Leasing
• Aval
• Renting
• Préstamo hipotecario
• Family, Friends and Fools

Recurrentes en el tiempo

• Póliza de crédito
• Aval (sucesivas renovaciones del aval inicial)
• Leasing – Renting (adquisición o renovación de equipos)

Un último comentario, cuando nos referimos a los porcentajes máximos de financiación que debe asumir un franquiciado para el montaje de su negocio, este debe responder a la suma de todas las opciones anteriores, en el caso de que se maneje más de una.

La financiación no profesional

Hemos denominado así a todas aquellas fórmulas que ajenas a los canales bancarios.

Amigos, familia y “tontos”

Las “tres efes”, más conocidas como Friends, Family and Fools, es un término anglosajón que se refiere a la forma más sencilla y cercana de buscar financiación para emprender un negocio. Amigos, familia y tontos es el recurso más fácil para un emprendedor en franquicia, puesto que hace referencia al entorno de confianza. Los amigos y la familia forman parte del entorno del emprendedor mientras que los “fools” (tontos o locos) son personas que incluso sin tener un contacto previo con el emprendedor invierten en el negocio porque lo ven interesante. Pero ¿qué ventajas e inconvenientes tiene esta forma de financiación?

• Facilidad para conseguir que estas personas inviertan en el negocio. Los vínculos familiares y emocionales hacen que sea más sencillo para el emprendedor convencerles de que participen en el proyecto, en ocasiones accionarialmente, y otras veces mediante préstamos.
• Con relación a los “fools”, dado que no pertenecen a un colectivo u organización dedicada a estas actividades, no exigirán condiciones tan duras como las solicitadas por una entidad de crédito o un inversor profesional.

¿Y los inconvenientes?

• Las cantidades aportadas suelen ser más bajas. Dado que no se trata (salvo excepciones) de colectivos dedicados a esta actividad y que disponen de una gran cantidad de recursos. Es más factible, por lo tanto, que actúen como avalistas del proyecto, frente a las entidades financieras que prestan los recursos.
• Se pueden derivar consecuencias de índole personal. Se trata de personas con las que existe una vinculación afectiva importante que puede derivar en situaciones tensas y desagradables en caso de que el negocio no funcione tan bien como se había previsto, y resulte difícil o imposible devolver las cantidades prestadas.
• Dificultad de funcionamiento con socios capitalistas. En el caso de que los prestamistas quieran participar accionarialmente en lugar de dejar el dinero para su devolución posterior con o sin intereses. En este caso, pasan a formar parte del negocio con todo lo que esto implica en lo relativo a la toma de decisiones. Esto puede entorpecer el devenir del negocio.
• Carecen de un entorno de networking. Se trata de una desventaja frente a los inversores profesionales, que además de sus recursos y en ocasiones (de su trabajo), también pueden aportar toda su red de contactos, algo tan útil, (o más) como los recursos proporcionados.

En definitiva, amigos, familiares y tontos son un recurso a tener en cuenta, pero antes de lanzarse hay que analizar los pros y los contras de recurrir al entorno más cercano y a esos “locos”, que apuestan por un negocio sin experiencia previa.

El crowdlending y el equity crowdfunding en franquicia

• Crowdlending y la franquicia. Peer-to-peer lending es una práctica que consiste en prestar dinero entre particulares y emprendedores a través de plataformas on-line que conectan ambos colectivos. Sin entrar muy a fondo en las características de funcionamiento de estas plataformas podemos decir, que, al operar totalmente online pueden proporcionar financiación de forma más asequible que los canales tradicionales (entidades financieras). Por lo tanto, las ganancias de los prestamistas son superiores, incluso después de descontar las comisiones de las plataformas por realizar su trabajo de conexión. Hay que aclarar que en determinados países esta actividad no está permitida al ser considerada ilegal. En algunos países ya existen plataformas de crowlending orientadas a negocios de franquicia, como por ejemplo ApplePie Capital, que el año pasado “levantó” más de 28 millones de dólares para inversiones en negocios de franquicia [1].

• Crowdfunding y la franquicia. Se trata de la aplicación al ámbito de la franquicia de una práctica muy habitual en mercados como el norteamericano. Allí se realiza este tipo de cooperación colectiva, llevada a cabo por personas que crean una red para conseguir dinero u otros recursos Los proyectos pueden ser de distinta naturaleza, buscando; recompensas, donaciones, inversión o préstamos. A diferencia de lo que ocurre con el crowdlending, en USA, el crowdfunding se encuentra mucho más desarrollado en el ámbito de la franquicia. Existen multitud de plataformas y una industria creciente en relación a esta fórmula. En España, veremos cómo en los próximos años, se populariza esta fórmula de financiación, que en la actualidad está empezando ayudar a otro tipo de emprendedores a desarrollar sus negocios.

Consejos prácticos

• Preparar un excelente escenario económico que contemple todas las variables del negocio, de manera que no queden incógnitas en el mismo. En relación con las partidas que son estimaciones, tener muy claro el criterio bajo el que se han elaborado y el argumento para defenderlas.
• Presentar la información de una manera impecable desde el punto de vista de la imagen, pero sencilla y clara. Contar con informes de respaldo más amplios con los que justificar todos los escenarios. Así como el know-how y las experiencias ya existentes aportadas por el franquiciados, que aportan fiabilidad y credibilidad a nuestro escenario.
• No exceder los límites de financiación aconsejables, anteriormente ya hemos dado unas pautas para delimitar los rangos máximos aconsejables (40% de la inversión).
• Comprobar que hemos elegido el mejor producto financiero para cada activo que pretendemos financiar.
• Es importante que la franquicia con la que estamos negociado disponga de acuerdos con entidades financieras con los que apoyar al futuro franquiciado.
• No comprometernos con una financiación antes de tener cerrado el acuerdo de franquicia.
• No comprometernos con una financiación antes de haber seleccionado un local y tras cerrar un acuerdo con la propiedad del mismo.

[1] Fuente: www.Crowdfundisider.com http://www.crowdfundinsider.com/2015/04/66230-p2p-lending-platforms-big-money-investors-looking-for-piece-of-the-pie/

Autor: Miguel Ángel Oroquieta