Más que una tienda especializada en el chocolate, se trata de una caja de bombones en la que se pueden encontrar productos insólitos, únicos, variados, divertidos, diseñados por el inquieto «maitre chocolatier» y arquitecto de la casa, quien es capaz de inventarse un ramo de flores de chocolate con frutas confitadas y pistachos verdes, un frutero de bolas transparentes de tres chocolates o un jarrón comestible, además de su colección de más de 65 variedades de bombones.
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